Cuando la innovación entra en un sector industrial los resultados son sorprendentes. Los productos tradicionales ganan nuevos usos y diseños, superando en calidad las soluciones dominantes hasta el momento. Ocurre en la cerámica, por ejemplo.
Baldosas que protegen al ser humano, que calientan y enfrían el hogar o que minimizan el impacto medioambiental de la industria aportando confort al consumidor son algunos de los ejemplos que esta semana se presentan ante el mundo.
Keraben Grupo ha querido crear un escudo cerámico contra los rayos X. «Pretendíamos ofrecer una solución para hospitales, clínicas dentales y veterinarias, donde existe una exposición a este tipo de radiación», explica el director de I+D, Luis Guaita. Con esta idea en mente se alió con la también castellonense Kerafrit. El resultado de la colaboración responde al nombre de KerXshield, el primer revestimiento cerámico que actúa de blindaje contra rayos X.
Las soluciones del mercado resultan muy limitadas para el usuario final. Por un lado, tienen la opción de cubrir las habitaciones con láminas de plomo que alcanzan espesores de entre uno y dos milímetros. Otras opción es incorporar capas de acero a los muros de hormigón. En los casos de menor intensidad, existe la opción utilizar yeso con sulfato de bario. «El problema de estas alternativas es que no se pueden manipular, son poco flexibles y, en algunos casos, los elementos que utilizan con tóxicos», señala Guaita.
Keraben y Kerafrit han solucionado estas insuficiencias con un revestimiento cerámico, protegido bajo patente, que se puede instalar «sobre cualquier sustrato preexistente en una o varias capas». La clave de KerXshield es su composición. Se trata de una mezcla formada por un 50% de arcillas y un 50% de una frita especial de plomo. Este compuesto es el que ejerce la función de apantallamiento de los rayos X, con una peculiaridad, es completamente inerte. «Los materiales se pueden clasificar en tres categorías: peligrosos, no peligrosos e inertes», explica Guaita. La particularidad del último grupo es que no tiene riesgo para los instaladores y «puede ir al vertedero sin problemas, es decir que no solubiliza». Si la ley establece que un producto tiene que lixiviar a 0,5 miligramos por kilo, KerXshield lo hace a 0,19.
«Esta pasta no actúa sobre la superficie, sino en el cuerpo de la baldosa», afirma el director de I+D de Keraben Group. Se trata, en realidad, de un vidriado fundido que incorpora óxidos de plomo. Además, se pueden poner las capas necesarias hasta cubrir los requerimientos de cada espacio de uso. El Instituto Tecnológico de Cerámica (ITC) ha colaborado en los ensayos que demuestran su validez.
En un futuro próximo, la empresa pretende extender el uso de KerXshield a otros ámbitos como la industria, donde los rayos X ya se han extendido en las tareas de inspección, o en búnkeres. De momento, las empresas han recibido el mayor galardón que concede Cevisama, el Alfa de Oro, por este escudo para radiaciones ionizantes.